Aproximadamente unas 150.000 personas (según fuentes policiales) se han manifestado este sábado en Berlín para protestar contra eltratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP). La protesta -que ha sido una de las más grandes que se recuerdan en los últimos años en Alemania- ha sido organizada bajo el lema «Por un comercio mundial justo» y ha criticado también el acuerdo económico y comercial con Canadá (CETA).
Si por algo ha destacado esta manifestación (que ha partido de la estación central de Berlín y ha recorrido las calles principales de la capital alemana) es por la participación, la cual ha sido una de las más multitudinarias de los últimos años. De hecho, la congregación de gente ha sido tal que, cuando la cabeza del grupo ha llegado a su destino, todavía había personas que estaban saliendo del punto de partida.
Según los organizadores, nunca antes se había reunido tanta gente para protestar por el tratado de libre comercio. Los detractores de esos dos tratados comerciales temen un debilitamiento de las normas europeas y un deterioro de los estándares ecológicos y sociales y exigen poner fin a las negociaciones con Estados Unidos y no ratificar el acuerdo alcanzado con Canadá.
La nota de color la han puesto varios participantes que ibandisfrazados de sepultureros cargados con la inscripción «Estado social», «Protección del medio ambiente» y «Democracia», mientras otros portaban pancartas con lemas como «El TTIP nos convierte en esclavos». Todos ellos se han reunido finalmente para escuchar oradores como el presidente de la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), Reiner Hoffmann.
Los sindicatos, según dijo Hoffmann, no están en contra del comercio mundial ni rechazan la globalización, pero creen que «los frutos de laglobalización siempre están mal repartidos». «Uniendo nuestras fuerzas debemos evitar que los derechos de los trabajadores se conviertan en un juguete a merced de la globalización desenfrenada», ha explicado.
Por su parte, el vicecanciller y titular de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, hizo campaña a página completa en varios diarios a favor del acuerdo comercial con EEUU. «El TTIP no es ni bueno ni malo, sino que depende de lo que nosotros hagamos con él. Tenemos la oportunidad de sentar estándares nuevos y buenos a nivel mundial para el creciente comercio global, estándares medioambientales y de consumo ambiciosos y con condiciones justas para las inversiones y para los trabajadores. Ese debe ser nuestro objetivo», ha determinado.
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